CÓDIGO: –
Un regalo ideal para todos los fans del poker y la canasta.
Producto 100% artesanal, hecho en Argentina.
El stock se va renovando constantemente, es recomendable consultar por modelo disponible antes de realizar la compra.
CÓDIGO: –
Un regalo ideal para todos los fans del poker y la canasta.
Producto 100% artesanal, hecho en Argentina.
El stock se va renovando constantemente, es recomendable consultar por modelo disponible antes de realizar la compra.
Caja Baraja Francesa. Caja porta naipes fabricado artesanalmente en madera de pino, lijado, barnizado y pintado a mano. En su interior, la Caja Baraja Francesa, tiene un divisor para dos juegos de naipes.
Material: 1 cajita de madera.
Medidas: Alto 5cm – Ancho 14cm – Profundidad 19cm
Al tratarse de un producto artesanal, en realidad no hay ninguno igual ya que puede diferir el tono de la madera y el veteado.
El origen de los símbolos de la baraja francesa no está claro. Algunos consideran que es una adaptación de los signos alemanes. Las bellotas y las hojas se habrían convertido en tréboles y picas, respectivamente, mientras que los corazones se habrían mantenido y los cascabeles habrían sido sustituidos por los diamantes, que sería la aportación original de Francia a los símbolos de los palos.
Otros creen en la influencia de la baraja española y del tarot. La forma de los cálices o copas habría llevado a los corazones, los tréboles serían una derivación de las hojas de los bastos, las picas —puntas de las lanzas— habrían sustituido como signo militar a las espadas, y los diamantes —un símbolo de la riqueza—, habrían sustituido a los oros. Sin embargo, el nombre francés de este último palo, carreau, no tiene que ver con la riqueza y sí con la forma del dibujo.
Independientemente de cuál es su origen, las barajas con los símbolos franceses ya se usaban en los primeros decenios del siglo XV. Algunos incluso atribuyen su invención al caballero Étienne de Vignolles, más conocido como La Hire, que murió en 1442.
El padre jesuita Menéstrier (1631-1705), en un artículo publicado en 1702, en el Journal de Trévoux, expone que las primeras cartas francesas se fabricaron en España en 1392 para entretenimiento del rey Carlos III de Navarra, aquejado de ataques de melancolía, y que el juego simbolizaba la estructura feudal.